El cierre del Estrecho de Ormuz: una amenaza global para el petróleo y la economía

Publicado por caskabeldigital el junio 23, 2025

El Estrecho de Ormuz es un canal marítimo vital que conecta el Golfo Pérsico con el océano Índico. Por este estrecho pasa aproximadamente un tercio del petróleo que se comercializa en el mundo cada día, es decir, entre 17 y 20 millones de barriles. Esto lo convierte en una ruta estratégica para el suministro energético global, especialmente para países que dependen del petróleo de Medio Oriente.

Si Irán decide cerrar el Estrecho de Ormuz, bloquearía la salida del petróleo de países clave como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irak. Esta interrupción reduciría drásticamente la oferta mundial de petróleo, lo que provocaría un aumento abrupto y significativo en los precios del crudo. Como consecuencia, subirían los costos de la gasolina, el diésel y otros combustibles, afectando directamente los costos de transporte, producción y la economía diaria de millones de personas en todo el planeta.

El impacto económico no se limitaría solo a los precios de la energía. La escasez de combustible puede provocar inflación, desaceleración en la producción industrial y afectar negativamente el crecimiento económico global. Los mercados financieros se volverían volátiles y podrían generarse crisis en sectores dependientes del petróleo, agravando la incertidumbre económica internacional.

Además, el cierre del Estrecho podría generar una crisis geopolítica mayor. Estados Unidos y sus aliados consideran esta vía marítima crucial para la seguridad energética mundial, por lo que podrían responder con acciones militares para garantizar la libre navegación. Esto aumentaría las tensiones en Medio Oriente y elevaría el riesgo de un conflicto armado a gran escala.

Aunque existen rutas alternativas para transportar petróleo, estas son menos eficientes y no tienen la capacidad necesaria para reemplazar al Estrecho de Ormuz. Utilizar estas vías implicaría mayores costos y retrasos en la distribución, lo que agravaría aún más el impacto económico global.

En resumen, el cierre del Estrecho de Ormuz sería un golpe severo para la estabilidad energética y económica mundial, afectando tanto a productores como a consumidores. Por eso, su potencial bloqueo es una de las mayores preocupaciones internacionales en el contexto del actual conflicto en Medio Oriente.